Llevo más de diez años dedicándome por completo al mundo del marketing, la publicidad y la comunicación, y en este tiempo he hecho trabajos muy heterogéneos relacionados con este ámbito (relaciones públicas, eventos, promoción en punto de venta, planes estratégicos…) para clientes de diversos sectores: salud, bebidas refrescantes, alcohol, tecnológico…
A pesar de las diferencias entre unos y otros, lo que siempre se puede sacar en común es la evidencia de que los clientes que triunfan son los que reman siguiendo un plan estratégico de acción, es decir, cada uno de sus departamentos trabaja de forma organizada bajo un “director de orquesta” que conoce y organiza con anterioridad qué hacer, cómo y cuándo.
Todos los departamentos necesitan de este plan estratégico para hacer una distribución eficiente de su trabajo y tener éste lo más controlado posible. Y sobre todo, bajo mi punto de vista, lo más importante de realizar una planificación estratégica es el hecho de poder hacer un cambio de rumbo a tiempo si la ruta trazada no se cumple o atraviesa dificultades.
Las empresas que aplican este criterio en todos sus departamentos son las empresas con un crecimiento más controlado, más seguro y más eficiente.
Pero, he aquí la sorpresa, las acciones de marketing, a pesar del gran peso que deberían de tener dentro de las empresas por la propia naturaleza de la disciplina (que no es otra que hacer crecer la organización a través de su imagen, sus ventas y su relación tanto con sus clientes actuales como potenciales), se deja al azar en un gran número de casos. Se trata de un error que desgraciadamente puede salir muy caro.
Espero no ser muy dura con este post, pero lo cierto es que es un tema que me preocupa sobremanera. ¿Cómo puede ser que haya empresas que se den cuenta de la necesidad de un departamento de marketing y pidan como responsable de él a un recién licenciado? Y yo me pregunto, ¿ese empresario se montaría en un avión tripulado sólo por un piloto que haga su primer vuelo? Intuyo la respuesta, lo cual me deja todavía más anonadada con que decida poner a un recién licenciado para liderar y dirigir el marketing de su empresa. He visto muchas ofertas de esta naturaleza en los portales de empleo en los últimos tiempos y creo que ello merece una reflexión al respecto.
No dudo de que haya recién licenciados en marketing, empresariales, publicidad y relaciones públicas que sean brillantes, es más, estoy segura de que los hay, pero evidentemente no se les puede cargar con tal responsabilidad en los comienzos de su carrera, sin al menos tener una persona que les supervise en su trabajo, ya que si hacemos esto, no sólo vamos a tener unos pésimos resultados en el área de marketing, sino que además vamos seguramente a quemar un recurso humano que podría ser muy valioso si lo supiéramos ubicar y orientar de forma adecuada.
Por tanto, el departamento de marketing, comunicación y publicidad, como parte fundamental dentro de la empresa ha de contar con recursos con la experiencia necesaria para que puedan realizar una planificación estratégica que ayude al cumplimento de los objetivos de la empresa y recoja las necesidades de los clientes y las inquietudes que éstos tengan de cara a la compañía o al sector al que ésta se dedique. Si no contamos con todos los recursos internamente y de forma inmediata, una alternativa interesante es contemplar la posibilidad de externalizar o pedir ayuda a consultorías que nos puedan facilitar el trabajo, sin perder de vista que el dinero destinado al marketing, si se hace de forma estratégica nunca es gastado sino invertido. Para que esto sea así hay que brindar la oportunidad a un experto para que pueda decidir cómo hacer una distribución de los recursos disponibles y poder cumplir así los objetivos de la empresa.
El departamento de marketing no sólo debe conocer sino que tiene que participar en la definición de los objetivos perseguidos por la compañía, para saber en qué áreas trabajar y contar con la información suficiente para poder hacer su planificación a un año vista, tres, cinco o los que resulten necesarios de acuerdo al sector de actividad. Una vez redactado este plan, en el que se recogen puntos de partida de la compañía, entorno en el que actúa, situación de la competencia, análisis de los productos o servicios ofrecidos, así como qué acciones llevar a cabo y desarrollar para la consecución de las metas definidas, la empresa puede salir a “navegar”, ya que con esta previsión estará preparada para ejecutar de forma organizada sus tareas en el mercado. Un punto muy importante a incluir dentro del plan estratégico o de la hoja de ruta marcada es la definición de diferentes indicadores que nos ayuden a identificar los posibles contratiempos y redirigir nuestra planificación, antes de que el mal llegue a alcanzar cotas mayores.
Por tanto, las empresas tienen que ser conscientes de que estamos en un mundo en el que no vale con ser bueno si no se dice, si el mercado no te conoce. La forma de dar a conocer lo que hacen y cómo lo hacen es la comunicación; la forma de buscar a nuevos clientes para tus productos, saber cómo mejorar tus productos y qué es lo que están buscando tus clientes potenciales es el marketing. Para ello sí necesitas tener un departamento de marketing dentro de tu compañía que haga tus planes de marketing y que haga crecer y dé a conocer tu compañía. Convierte el 2015 en el año del marketing para tu empresa y verás cómo será el año en que empieces a despuntar y despegar de cara a un éxito seguro, no confíes un trabajo tan importante en manos de quien no te pueda asegurar y demostrar experiencia, porque eso sí que es gastar tu dinero, inviértelo y crecerás.
Al contrario que otros post en el que os doy pautas de qué hacer y cómo hacer ciertos trabajos relacionados con diferentes elementos del marketing, espero que con este post os haya invitado a hacer una reflexión sobre la importancia que tiene esta disciplina dentro de vuestra compañía, que no os dé miedo pedir ayuda de un profesional y hacer crecer vuestra empresa gracias a esta función, que sin duda se adecuará al presupuesto que podáis invertir en ella. Sed conscientes que la mejor forma de crecer es con una previsión y con una planificación.
Hoy más que nunca, no me quiero ir sin recordaros que sólo quien sabe a dónde va, elige el mejor camino.