Desde que Donald Trump llegó al poder, Estados Unidos invade los medios de comunicación cada día. Si nos preguntan cuánto sabemos de la actualidad americana podríamos hablar de su ideología, antecedentes o de sus personajes más famosos pero, ¿conocemos realmente EEUU? Una de las mejores formas de descubrir su historia es a través de películas, y una de las más premiadas, y que seguramente habréis visto, es Forrest Gump.
Estrenada en 1994, fue protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Robert Zemeckis. Su argumento se centra en la vida de Forrest Gump, un estadounidense que sufre un leve retraso mental y motor, y que será testigo de muchos momentos transcendentales de la historia de los Estados Unidos en el siglo XX a través de sus propias vivencias. Esta obra recibió 6 premios Oscar®, además de numerosas distinciones y nominaciones.
Si no la habéis visto, es imposible no recomendárosla; aunque se trata de un drama con un gran trasfondo, sus tintes cómicos harán que paséis un buen rato. Centrándonos en lo nuestro, las lecciones de marketing que hemos encontrado son:
- Imprevisibilidad: si una frase destaca en esta película es la ya mítica “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar.” Al igual que en la vida, las agencias de comunicación trabajamos con diferentes clientes, todos ellos únicos e impredecibles; no sabemos cuál será nuestro próximo cliente, su sector u objetivos; sólo queremos conocerlos más y disfrutar ayudándoles a encontrar su camino.
- Nuevas habilidades: nuestro protagonista descubre una gran habilidad que desconocía; ser realmente bueno jugando al ping pong, modalidad que llegará a practicar para el ejército de los EEUU. En el mundo del marketing, en donde las técnicas y las herramientas están en constante cambio, a veces descubrimos alguna que se nos da realmente bien y nos preguntamos cómo trabajábamos antes de conocerla. El constante deseo de aprendizaje y el descubrimiento de nuevas técnicas debe ser una constante en cualquier agencia que se precie; nunca sabemos cuánto de rentables somos ante ellas y cuáles son los resultados que alcanzaremos.
- Atrevimiento: con el dinero que Forrest consiguió jugando al ping pong compró un barco pesquero. Aunque al principio no tuvo suerte, acabó generando mucho beneficio, alcanzando ganancias muy elevadas. Invertir en nuevos proyectos es fundamental en cualquier empresa. Metafóricamente hablando, las agencias de comunicación somos el barco. ¿Lo compraríais? Recordad que para recoger, primero hay que arriesgar.
- Seguir adelante: Forrest pide matrimonio a su amor platónico y, angustiado ante su respuesta negativa, comienza a correr una carrera que se convertirá en una maratón de tres años. Esa era su forma de afrontar sus problemas: correr. En el marketing y en la vida, no hay mejor consejo que seguir adelante cuando las cosas no salen como uno quiere; no sabemos cuánto correremos, ni que larga será la distancia; solo sabemos que quedarse parado no soluciona los problemas.
- Perseverancia: la vida de Forrest está repleta de tramas que debe afrontar para ganarse la vida. Desde su paso por la guerra de Vietnam, seguido por los torneos de ping pong o su aventura con el barco de pesca. Forrest persigue sus objetivos luchando por ellos, al igual que las agencias de publicidad: puede que la primera acción no sea la que mejor funciona a tu empresa, por lo que se deben probar constantemente nuevas oportunidades de llegar a la meta adaptándonos a nuestras necesidades y público. Probar diferentes estrategias nunca es un error si la meta está clara.
Forrest Gump es una obra de la que podríamos extraer muchas lecciones, tanto de la vida, como del mundo del marketing. Pero si algo debemos recordar es seguir siempre hacia adelante sin importar las barreras que aparezcan; como el mismo protagonista dice, “a veces, no hay suficientes piedras”. Recordamos, y nunca mejor dicho, sólo el que sabe a dónde va, elige el mejor camino.
Ejecutiva de cuentas