Hoy, en MarQuid Consulting, buscamos lecciones de marketing en un cuento infantil que seguro que habéis leído muchas veces y que todo el mundo conoce: Los tres cerditos.
La versión de Walt Disney fue hecha en 1933; aunque las primeras ediciones de esta fábula datan del siglo XIX, se cree que la historia es mucho más antigua. Más allá de enseñar muchas cosas a los niños, tiene mucho que enseñar al mundo de las empresas en general y del marketing en concreto. Podemos sacar cientos de conclusiones y moralejas, pero vamos a centrarnos en el tema que nos incumbe: el marketing estratégico.
El primer protagonista, el personaje central en la historia: el lobo. Al igual que en el cuento, en el mercado siempre hay, al menos, un lobo. Nos referimos a la competencia, la cual existe en todos los sectores y cada día son más las empresas que aparecen en un ya saturado mercado. En muchos de los casos, existe un rival claro y directo. Por ello, al igual que en el cuento, necesitas sobrevivir, encontrar la estrategia que te haga vencer al lobo. Para ello, los tres hermanos decidieron seguir sus propias estrategias, por lo que construyeron tres casas diferentes:
- La casita de paja: esto en el marketing podría traducirse en “vamos a hacer publicidad porque la hace todo el mundo, sin estrategia, abre un Facebook o pon unos anuncios en el periódico”. En el cuento, el cerdito quería acabar pronto para dedicar más tiempo a jugar. En la vida real, las empresas además dedican pocos recursos. Y no todo vale; al igual que en el cuento, acciones sin estrategia por terminar antes pueden venir en tu contra: encima que no conseguirás nada, gastarás esfuerzos. Eso sí, te sobrará tiempo.
- La casita de madera: el cerdito mediano tenía una idea y estructura pensadas, con un material mejor que el empleado por su hermano pequeño. Pero al ver que su hermano había acabado, decidió apurar para irse a jugar con él. En el mundo del marketing, las prisas tampoco son buenas. Si tienes una base, no la dejes a mitad del camino si no ves resultados tan pronto como te gustaría, y mucho menos te rindas porque tu competencia ha hecho algo antes. No necesitas el material más caro para tener la mejor estrategia, pero sí necesitas llegar al final con lo planeado. Al final, el lobo también pudo con otra estrategia fallida.
- La casita de ladrillo: El cerdito mayor estuvo trabajando en su casa sin olvidarse de ningún detalle: puertas, ventanas, tejado y chimenea. Todo estaba hecho en un material duro y resistente, y la casita terminada. Cuando el lobo intentó tirarla, no lo consiguió. Había elegido un buen material, una buena estrategia y había llegado al final. Por eso, esta fue la única casa que consiguió quedar en pie.
Los cerditos cuyas casas habían caído, fueron a refugiarse en la de ladrillo, y al final consiguieron sobrevivir. En el mundo del marketing, si no tienes claro tu objetivo y acciones, acabarás refugiándote en donde sí te puedan ayudar, tanto a nivel proveedor como colaborativo, pero al fin y al cabo acabarás necesitando la mejor estrategia.
Muchas son las conclusiones que se pueden sacar de esta historia en el mundo del marketing, pero quizás la más importante sea que no necesitas ser un lobo, no necesitas ser el más fuerte y poderoso para ganar la batalla. Lo imprescindible es adaptar una estrategia adecuada a cada uno, que permita hacer lo máximo posible con los recursos de los que dispone cada empresa.
Una vez más, recordaros que solo el que sabe a dónde va, elige el mejor camino.
Ejecutiva de cuentas