¡Mira! Ahí hay lecciones de marketing, Gran Torino

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Nuestro post de hoy quiere rendir homenaje a uno de los grandes directores y actores de la historia del cine contemporáneo, que este mes cumplirá 85 años y sigue todavía teniendo mucho que decir, el gran Clint Eastwood. Los datos sobre su trabajo son impresionantes, ya que el número de películas en las que trabajó, bien como director, actor, músico o productor suman un número que se acerca peligrosamente a su edad, 76 (hasta el momento).

En Gran Torino, la película que esta semana nos enseñará lecciones de marketing, Clint Eastwood realizó las cuatro funciones que se han mencionado anteriormente: director, productor, músico y actor protagonista, haciendo el papel de Walt Kowalski, un americano con un carácter y personalidad muy particular, que tras quedarse viudo, se enfrenta a una vida en solitario y obligado a relacionarse con nuevos vecinos de un barrio en decadencia, cuyos residentes son inmigrantes asiáticos.

Empecemos con estas lecciones:

  1. Mejorar la imagen percibida, trabajar los prejuicios. Walt Kowalski no tenía ningún interés en fraternizar ni en relacionarse con sus vecinos, una familia perteneciente a la etnia Hmong compuesta por la madre, abuela y dos nietos adolescentes, chico y chica. Él tenía generada una idea preconcebida sobre ellos y ningún interés en modificarlo. La parte más joven de la familia es la que se encarga de, poco a poco, generar un acercamiento con él. Los acontecimientos se ven acelerados ya que Walt, siguiendo sus valores intrínsecos de ayuda a los demás y defensa de los débiles, ayuda a la familia asiática, defendiéndolos frente a una banda de delincuentes. Esta familia comienza a cambiar la percepción del vecino americano y empieza a mostrar su agradecimiento hacia él, después de varios esfuerzos los resultados son muy positivos. Esta lección es muy importante en marketing, comunicación y publicidad, ya que muchas veces la labor a realizar consiste en superar una crisis o mejorar la imagen negativa de una empresa o un producto. Este trabajo es muy arduo y, como mínimo, hay que llevarlo a cabo a medio-largo plazo. Hay que trabajar de una forma muy lenta el acercamiento con el target e ir trabajando la nueva imagen, demostrando en qué se ha cambio o cómo se han corregido las características que han dañado la imagen o las percepciones que los clientes tienen de nuestro producto o empresa. Si esto se hace de una forma constante y con un mensaje a lanzar claro se pueden conseguir unos resultados óptimos.
  1. La importancia de los valores. Walt responde de forma muy precisa ante situaciones determinadas debido a sus valores y creencias. Las personas más cercanas a él, o las que prestaban más atención a sus movimientos y sentimientos (como es el caso de su pastor en la iglesia) sabían cómo iba a reaccionar antes de que lo hiciese; es por tanto una persona coherente. Esto es lo que se espera siempre de las empresas y de los productos, que sean coherentes que actúen conforme a los principios y valores que los definen, y que sigan una línea de actuación y comunicación para hacerse fuertes dentro de un sector o segmento de población, para así ser reconocidas y valoradas por el corte target al que quieren ir. Los valores siempre han de estar muy definidos.
  1. Adaptarse a los nuevos tiempos y nuevos mercados. La evolución de los tiempos, de la coyuntura socioeconómica, ya no sólo de los Estados Unidos, sino del mundo en general ha cambiado y esto, pese a quien le pese va a seguir pasando. Walt no podía entender como su vecindario, otrora habitado por una clase media americana había evolucionado hasta convertirse en un barrio habitado mayoritariamente por población asiática. Sin darles la oportunidad a valorar quiénes eran, su primera reacción fue cerrarse. A priori los cambios siempre dan miedo y el primer impulso es cerrar la puerta e intentar evitarlos, pero los cambios siempre pueden traer consigo cosas positivas que tenemos que aprovechar, por tanto lo primero que hay que hacer frente a un cambio es analizarlo, ver cómo nos va a afectar y cómo podemos sacar lo bueno de él. Nos movemos en un mundo con constante evolución, y si no nos adaptamos nos quedaremos fuera. La crisis ha cambiado de una forma muy notable el entorno en el que nos movemos y no nos podemos mantener ajenos a estos cambios.
  1. Conocimiento de la legislación de los mercados en los que actuamos. El desenlace de la película, que sin duda puede sorprender, viene dado porque Walt conocía la ley penal americana, y aunque los indicios nos llevaban a pensar que iba a ser otro, él sabía perfectamente qué hacer y cómo para que lo resultados fueran los mejores para sus vecinos. En función del tipo de producto o actividad que llevemos a cabo la legislación puede suponer un hándicap muy importante en el desarrollo de la actividad que llevemos a cabo, por ello es muy importante tener un profundo conocimiento de las áreas legales que atañen al hacer de nuestra actividad. Esto cobra especial importancia en la nueva tendencia de los mercados que van hacia la externalización. Sin duda, en esta área puede significar el éxito o fracaso de muchos negocios.

Estas son las principales reflexiones marketinianas que queremos sacar de Gran Torino. La película es totalmente recomendable para esta noche de viernes para los que no la hayáis visto (¡y si la habéis visto vale la pena verla de nuevo!).

Desde MarQuid Consulting esperamos que estas reflexiones os sirvan para ponerlas en marcha en vuestros negocios o con vuestros productos y estaremos encantados de que nos dejéis vuestros comentarios.

No nos vamos sin recordaros que sólo quien sabe a dónde va elige el mejor camino.

¡Feliz fin de semana!

María M. Tubío

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